Uno de los temores más grandes que teníamos frente al autismo era la escolarización; pues sabemos que gran parte del avance que se tenga en su proceso está en una correcta
inclusión escolar. Su etapa de preescolar la hicimos de la mano de un jardín infantil, que, si bien no tenía procesos establecidos de adaptación e inclusión, siempre tuvo maestras dispuestas a aprender y a enseñarle a Santiago de una forma didáctica, Santi termino, se graduó de transición y se avecinaban grandes cambios. El Llegó la primaria, venía cargada de grandes cambios, que incluían cambio de colegio, de profesores, de amigos y hasta de jornada; y de la mano el miedo que como padres teníamos de enfrentar a nuestro Santi, a todo eso, que para todos era nuevo. Buscamos en varios colegios y la respuesta siempre era negativa o que debía asistir con terapeuta acompañante; como familia estábamos convencidos de que Santi podía asistir solo; llegamos al colegio actual, un colegio pequeño, pocos niños por curso, y sobre todo un equipo de profesoras dispuestas; actualmente Santiago está en segundo de primaria y nivelando algunos procesos de primero; el colegio tiene una psicopedagoga que es quien orienta y dirige las actividades de adaptación curricular e inclusión; ha sido un trabajo en equipo: Familia, Colegio y Terapeutas, pero sobre todo el espíritu de lucha y superación que cada día nos muestra nuestro Santi.
A Santiago disfruta al 100% asistir al colegio, le encanta la clase de educación física, ya nos cuenta varias de las cosas que hace durante la jornada, el colegio lo incluye en todas las actividades lúdicas, culturales y deportivas que organizan; tiene amigos, comparte y juega con ellos; sus compañeros de clase lo apoyan en las cosas y actividades que aún no maneja muy bien, y lo más importante lo respetan y lo quieren tal y como es. No ha sido un camino fácil, tampoco imposible, pero siempre tenemos presente que es “un día a la vez”.
Que interesante, nosotros estamos atravesando ese proceso, encontramos un colegio que a él niño le encantó sin embargo es tradicional y nos pidieron apoyo tipo sombra, como familia sabemos que no la necesita pero en cierta forma nos da un parte de tranquilidad tener alguien que lo pueda acompañar en ese proceso de adaptación.